EXHIBICIÓN PARA «LOS TIGRES» ATADES…………..por Javier Rivero
El sábado tuve la gran suerte y digo SUERTE, con mayúsculas de que Pablo me pidiera dirigir una exhibición para el grupo de tiempo de ocio y tiempo libre, Los Tigres, que la organización Atades, tiene en el barrio de Torrero. La hermana de uno de nuestros alumnos mayores cinturón negro, Diego Hernández, pensó que el judo podría gustar a los chicos y chicas, que allí se dan cita semanalmente en su tiempo libre y nos encomendó preparar una exhibición. Debo reconocer, que durante la semana veía a Diego, con Camacho, Daniel Sierra, Amaya, Manu, los Gayarres, Manuel Ezquerra e Iván Gonzalez y no sabía muy bien, qué hacían en un rincón del tatami, pensando, hablando y probando un sinfín de cosas, en su afán por agradar y hacer algo » espectacular» , para los chicos. Cuando pregunté a Pablo, me explicó lo que se llevaban entre manos y…jajajajaja me dijo que a él le era imposible ir y que si yo me hacia cargo. El viernes, me acerqué a ellos y me plasmaron todo lo que habían pensado y preparado. Me pidieron mi opinión y yo a todo les dije que muy bien, porque la ilusión, entusiasmo y tiempo que estaban poniendo, no merecía otra valoración.
El sábado, yo ya estaba de vacaciones, con el tiempo justo llegué al centro y…los chicos estaban desilusionados, preocupados…el «tatami» que allí nos habían preparado era muy pequeño, durísimo y la mayoría de los ejercicios preparados eran «imposibles» de hacer, según ellos. Reconozco que cuando vi el tatami, yo mismo me encomendé a la providencia, pero fuera había más de 50 personas que venían a ver el judo que les habían prometido y…no les podíamos fallar. Con mucho optimismo, les dije a mis judokas que se podían hacer muchas cosas, que me siguieran y se dejaran guiar, y tras indicarle a Bárbara, la hermana de Diego, que mandara pasar al ansioso y entusiasmado publico, comenzamos la exhibición. Debo decir, que antes de empezar se dijo a los asistentes que había otras actividades a la vez, y creo recordar que apenas se movió nadie. Comenzamos con caídas, volteretas, acrobacias gimnásticas y…cada ejercicio que hacíamos era correspondido con una sonada ovación. Los ojos y caras de esos chicos y chicas, desbordaban admiración en todo lo que estaban viendo. Les enseñamos las bases del judo pie en lento y rápido, las bases del judo suelo y cómo no, la guinda final, con el nage no kata. Les mostramos y dedicamos nuestros saludos de judo, ritsu rei y za rei, contestamos a todas sus preguntas, algunas muy interesantes, les dejamos nuestros judogis, nuestros cinturones, nos hicimos fotos con ellos…les dimos todo nuestro entusiasmo y nuestra ilusión y recibimos lo más bonito que tienen, su cariño y admiración. La experiencia fue fabulosa.
Algo debimos hacer bien, porque tras acabar, muchos de ellos comenzaron a «practicar judo»; caían, inmovilizaban, intentaban proyectar… Mis alumnos jóvenes quedaron calados e impactados por la situación, creo que será una experiencia que recordarán toda su vida. Los mayores, se sentían orgullosos de ser judokas y de pertenecer a un club, como Judo Club Zaragoza, en el que TODOS SUS MIEMBROS, desde el mayor, hasta el pequeño, desde el hábil hasta el menos hábil, desde el competidor hasta el no competidor, desde el que tiene una deficiencia visual hasta el que ve perfectamente, desde el que tiene síndrome de down hasta el que no lo tiene, SON IMPORTANTES!!!!!!!!!!!!!!!!!
Y lo más importante, es saber que el judo no se queda en el tatami, va más allá, educa, instruye, integra y que no debemos valorar a las personas por su apariencia sino por lo que tienen en su interior.
Bárbara, nos dio las gracias, pero se equivocó. Las gracias se las tenemos que dar nosotros a los chicos y chicas, los auténticos protagonistas, por su acogida, recibimiento, cariño, ilusión, entusiasmo, aplausos y un largo etc. que no sabremos cuánto agradecerles. Me comprometo y así lo transmití allí y lo hago en esta crónica, a preparar un macroevento, con nuestros tatamis, para este GRUPAZO DE CHICOS Y CHICAS FABULOSOS DEL TIEMPO DE OCIO «LOS TIGRES», a quien les dedico estas palabras japonesas: » Arigato gozai mashita» (Gracias por todo, lo que nos habéis dado).
