Copa España Infantil Tortosa 18/01/15

EL TRABAJO ES BUENO.
Parecía que me ha olvidado de escribir unas letras acerca de la Copa de España de Tortosa, pero no era del todo así. Estaba expectante a la espera de una reacción y…ha llegado.
La idea de ir a Tortosa, surgió de una reunión de entrenadores en Monzalbarba, donde en vista del nacional infantil y cadete en Jaca, mi amigo Antonio Clager, propuso que sería un buen test para ver el nivel de nuestros infantiles, para empezar a partir de ahí, a trabajar con objetivos a medio y largo plazo, y así partimos a Tortosa con ELIÁN y Kevin.
En primer lugar, destacaré la hospitalidad y amabilidad con el que la familia de Elián nos acogió en su casa, gracias a la incombustible Pili, que siempre está en todo y es un diez a la hora de organizar todo un viaje.
Bien acogidos y bien dormidos, nos presentamos a la competición el domingo por la mañana. Hicimos un buen calentamiento, nos alimentamos bien y nos abrigamos hasta las cejas, pues el frío era considerable y había que evitar lesiones, y…a esperar nuestro turno.
Kevin hizo un campeonato memorable. Empezó algo frío, pero poco a poco se fue calentando, soltándose y haciendo cada vez más judo y más judo. Muy centrado en la competición, se empapó todo su peso y aprendió a competir desde la grada, hidratación, avituallamiento, observación de las evoluciones de los rivales, y así fue avanzando hasta cuartos donde el líder del ranking nacional, nos demostró el por qué de su posición. Nos fuimos a la repesca y allí con el nuevo sistema, dos shidos o el primero que marque, demostró que también es judoka de ataque e inteligente. Fue avanzando hasta encontrarse al número tres del ranking y…Ipponazo y a la lucha por el bronce. El rival, el número dos del ranking, judoka muy fuerte y completo, la tarea, muy difícil, pero salió a competir. Preparamos el combate y salimos a por la medalla, a luchar El combate empezó muy bien, dominábamos al catalán que abrumado por un desconocido Kevin, arreaba algún susto de vez en cuando, fruto de la desesperación ante el dominio de nuestro judoka que le daba más de un susto. Transcurría el tiempo y las opciones aumentaban cuando un error de base daba al traste con el combate y la medalla. Kevin, contrariado por el error, se retiró cabizbajo. He perdido la medalla, me dijo y yo le contesté, has competido y a eso venías Kevin, has cumplido. Para perder una medalla hay que disputarla y tú lo has hecho y con buen judo, ahora a trabajar, para mejorar el nivel y no perder la oportunidad la próxima vez que se presente. Toma nota de todo lo que has aprendido hoy y… Sigue trabajando.
Peor suerte tuvo ELIÁN, que apenas tuvo tiempo de trabajar cuando un rápido Ippon le apeó a las primeras de cambio de la competición. Descolocado, desconocido, falto de forma perdió con merecimiento pero ganó. Son de las derrotas que dejan huella y ésta lo ha dejado. A los pocos días me pidió hablar con sinceridad. Estaba muy tocado y con sinceridad yo le hablé también. Probablemente no esperaba tanta sinceridad, pero no podía mentirle, no sé mentir. Le dije lo que pensaba de su forma de entrenar, de su judo, de su actitud y de su comportamiento. Quizás pensó que estaba siendo injusto e incluso excesivamente duro, pero debía ser así. Se fue tocado y cabizbajo, pero ha vuelto… Lleva dos semanas ENTRENANDO, TRABAJANDO y aunque es muy pronto y se perdió un combate creo que con ese combate, también, ganamos. Y lo mejor para Kevin y ELIÁN, y la conclusión que yo he sacado es que el TRABAJO ES BUENO.

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