CAMPEONATO DE ESPAÑA INFANTIL Y CADETE… YA ES HISTORIA.
Parece que ha pasado muchísimo tiempo, pero hace apenas un mes y medio, que acudíamos al Campeonato de España Infantil y Cadete en Jaca con todas las ilusiones cargadas en la mochila, tras un año de mucho trabajo y sacrificio. Todo un curso desde que comenzáramos allá por el mes de Agosto en el stage de Cambrils, repleto de entrenamientos, concentraciones, entrenamientos regionales, campeonatos…hasta llegar a la meta deseada, la clasificación para el nacional. Sin ser este mi objetivo como profesor, he de decir que sí es el que hace más ilusión a los jóvenes judokas del club, pero yo siempre les digo que entrenamos para hacer buen judo y ser mejores personas cada día. Si además por el camino me llevo alguna alegría, bienvenida sea, a nadie le amarga un dulce, y es más fácil que venga con buen judo que con un mediocre nivel. Partiendo de esta base, acudimos al nacional, con 6 representantes, 3 infantiles: María Murillo, Iván González y Kevin García y 3 cadetes: Sergio Ibáñez, Patricia Cantalapiedra y Lucía Cruz. El objetivo estaba claro, aprender e intentar avanzar el mayor número de rondas para ir adquiriendo experiencia. El sábado iniciamos la mañana con Sergio. Las cosas no fueron como esperábamos y nuestro representante quedaba eliminado a las primeras de cambio. Cierto es que llegábamos «pasados» de temporada, pues todo el sistema de entrenamiento fue dirigido a adquirir el máximo nivel en el primer trimestre del año, donde se rindió a un altísimo nivel y desgraciadamente se confirmó lo que ya habíamos observado en el regional, que nuestro deportista ya no estaba al mismo igual. Una lástima, pero así son las temporadas y las planificaciones, no se pude abarcar todo; lo importante es que cuando tuvimos que sacar «nuestros» resultados, se sacaron.
A la tarde, competían las chicas. Lucía, demostró que sigue avanzando y progresando. Pese a la derrota y a que no paso de primera ronda, si vimos otras formas y otras maneras, desde el calentamiento hasta su evolución sobre el tatami. Sin duda con entrenamiento y constancia, poco a poco, se irán alcanzando metas cada vez más ambiciosas.
Pati estuvo sensacional. Cantalapiedra, lleva una progresión espectacular y es un valor al alza. Empieza la temporada despacito pero poco a poco va cogiendo ritmo y sin ir a una velocidad extrema, engancha su «velocidad crucero» de entrenamiento y trabajo y su evolución es increíble. Peleó, trabajó, compitió y consiguió de nuevo victorias en un nacional y vender muy caras sus derrotas. Me quedó el mal sabor de boca del desconcierto que hubo en los previos a su segundo combate de repesca que nos hubiera acercado a la lucha por el bronce, sin duda preparada estaba y su mentalidad era de campeona, pues salía a ganar. Precioso el seoi que marcó a una de sus rivales.
El domingo llegaban los infantiles. Poco se les podía pedir a Iván y María, dos infantiles debutantes de primer año. Pero sí al menos que lucharan, dieran todo en el tatami y no perdieran de ippon el primer combate.
Y así fue. Iván González consiguió vencer su primer combate con un sensacional ippon. Y el segundo no lo pasó de milagro, pues lo tuvo en la mano. No se le puede pedir más a quien ha dado todo en los entrenamientos y en el tatami durante todo el año. Esperemos que este campeonato le lance a trabajar y entrenar por llegar más arriba.
María Murilo, era un manojo de nervios. Recuerdo que la tensión le superaba en los previos al salir al tapiz. Es un nacional, hay mucha gente y no quiero hacer el ridículo… Ridículo hace el que no trabaja, no entrena y pretende ganar. El que se ha dejado la piel entrenando, trabajando y aun consciente de sus limitaciones, lucha y lucha, no hace el ridículo y María no lo hizo. Salió al tapiz y cuando los nervios comenzaron a disiparse, empezó a hacer judo y a querer ganar y a punto estuvo de conseguirlo. Un yuko le apartó de la siguiente ronda, pero un buen sabor de boca fue el que sacamos de tan impresionante experiencia y las ganas de seguir trabajando más y más.
Por último, llegó Kevin y con él vivimos y rememoramos tiempos pasados en los campeonatos de España. Ayudados por un excelente sorteo y un día fino, nuestro representante se metió en semifinales con dos soberanos ippones, uno de ellos, el de cuartos, espectacular. Llegó el momento de la verdad y ahí nos flaquearon las fuerzas y el miedo a no perder surgió. La semifinal se nos fue con el a la postre campeón, en las postrimerías del combate, cierto es, que llevábamos dos penalizaciones en contra. Con todo, nos fuimos directos a disputar la medalla de bronce, era el día, era la gran oportunidad, pero de nuevo surgió el bloque por el miedo a no perder, los nervios atenazaron a nuestro Kevin y en poco más de un minuto, salíamos del tatami con tres penalizaciones, como tres soles, sin enterarnos. Se había perdido un pódium, una medalla nacional, pero estaba claro que si no se ganó fue porque no tocaba, porque algo no se había hecho bien y porque no éramos merecedores de esa medalla. Una buena temporada la de García, que no puede quedar empañada por una derrota.
Y estos son a grandes rasgos, los flecos de aquel nacional, que tras un año de duro trabajo, ya… ES HISTORIA.